Realizan limpiezas profesionales, conocidas como profilaxis, para eliminar la placa bacteriana, el sarro y las manchas de los dientes. Utilizan herramientas especiales, como raspadores y ultrasonidos, para limpiar eficazmente los dientes.

Realizan exámenes visuales de la boca y los dientes para detectar signos de enfermedades dentales, como caries o enfermedades de las encías. Pueden tomar radiografías dentales para obtener imágenes más detalladas.

Aplican selladores dentales, que son capas protectoras de resina, en las superficies de masticación de los dientes para prevenir la formación de caries. También administran fluoruros tópicos para fortalecer el esmalte dental y prevenir la desmineralización.

Enseñan a los pacientes técnicas de cepillado y uso adecuado del hilo dental para mantener una buena higiene bucal en el hogar. También pueden proporcionar información sobre una dieta saludable y hábitos de estilo de vida que afecten la salud oral.

Evalúan la salud de las encías y realizan tratamientos no quirúrgicos para tratar enfermedades de las encías, como la gingivitis. Esto puede incluir la eliminación de placa bacteriana y sarro por debajo de la línea de las encías y el alisado radicular para suavizar las superficies de las raíces de los dientes.